Salvamos la noche,
sabiendo que el día esperaba a través de los párpados aún sin abrir.
sabiendo que el día esperaba a través de los párpados aún sin abrir.
Salvamos la noche,
disfrutándola,
viviéndola como si fuera a ser eterna
y jamás se nos fuera a permitir abandonarla.
disfrutándola,
viviéndola como si fuera a ser eterna
y jamás se nos fuera a permitir abandonarla.
Salvamos la noche,
dándole luz, apreciando los matices de sus penumbras.
dándole luz, apreciando los matices de sus penumbras.
Salvamos la noche,
y muchas más que estén por llegar.
y muchas más que estén por llegar.
Salvamos la noche,
viviendo, riendo, soñando.
Y en ello encontramos nuestra propia y mutua salvación.
viviendo, riendo, soñando.
Y en ello encontramos nuestra propia y mutua salvación.
Y encontramos paz.
Hay noches verdaderamente mágicas, como la foto con la que has ilustrado este bonito texto. Las noches de primavera, con olores a flores recien abiertas son un marco incomparable para vivir hermosos momentos.
ResponderEliminarBesos.
GRACIAS Y UN BESO.
ResponderEliminarMª JOSE.
Sería una pena perder aunque una sola fuera.
ResponderEliminarMe ha encantado la foto : )
Un abrazote