En la pequeña cabaña la niebla envuelve los pensamientos con un ribete de ilusión, desdibujando los miedos, difuminando el temor. Allí, frente al fuego encendido, el aroma a flores frescas, a incienso y espliego, transportan un perfume que embriaga la estancia con signos de evocación.
En un rincón, en ese pequeño rincón, unos ojos semientornados contemplan el paso de cada día, de las estaciones, de su pequeño universo, apenas madera, paja y flores, espliego y romero. No son ojos cansados, no son ojos de gato, son los que quieren mirar dentro de cada grieta, clavo, alacena y brizna de eso que llama hogar.
El día transcurre sin prisa, perezoso en su simpleza, trasnochador de emociones tardías y rezongón en llegar al final de esa eterna siesta. Congelado, estático, suspendido casi en falta, el tiempo no se ha detenido pero muy poco le falta.
Y va llegando la noche, las sombras se hacen más densas, el fuego muere exagüe, en un silencio de polillas, crujidos y el susurro de algunas ramitas, acariciadas por el viento.
Los ojos se van cerrando, con la suavidad propia de una dulzura infinita y una infinita nostalgia, ya han m¡rado lo suficiente para llenar de sueños cada instante de esta noche sin estrellas. Esos ojos no están solos, les acompañan múltiples chispas cómplices en su ensueño.
Y se cierran. Ya nadie contempla o vigila aquella pequeña cabaña, en la que los duendes asoman traviesos desde las briznas de paja, reponiendo las flores frescas, el romero, el incienso y el espliego.
mmmm... no me importaría vivir de ese modo. ¿Puede haber algo más placentero que pasar de eso modo los días?
ResponderEliminarUn relato encantador. ¿Está a la venta esa cabaña?
Besos
Lo siento Shinué, para cuando llegué a verla ya estaba ocupada, eso sí, no me han dicho quien vive en ella.
ResponderEliminarBesos placenteros
A minha casa tem dias assim... são dias mágicos... noites que cheiram a alfazema... são os dias em que eu "sinto" tudo...
ResponderEliminarBonito conto
Beijo
Lola!!!
ResponderEliminarque lindo relato...siempre sueño con terminar mis dias asi...veremos!!
Buen martes...abrazotes muchos!!
Coincido con Sinhué! jejejjee...si bien mi naturaleza es de bicho de ciudad, no me vendrían mal una svacaciones entre esos rincones!
ResponderEliminarun abrazo grande!
¿Duendes?
ResponderEliminar¿Donde?
¿Afuera dices?
Voy... como pille uno...
como pille uno...
(...)
Lola... ¿Si pillo uno que le hago?
Qué lindo cuento!!! Es un paraíso!!Qué afortunado este personaje de esos ojos, de esa vivencia tiernamente descrita!!
ResponderEliminarLola, me encantó!!!! Bendiciones serenas y con duendes para ti
Chuck, si pillas uno, mimos, muchos mimos,cosquillitas en la barriga.
ResponderEliminar¡Si hasta te arreglan la casa!
y son tan monos...
Sinuhe, ankh02, Neo, Ly, Carde, ¿Sabéis que aun después de escribirla tardé un tiempo en descubrie de quien eran esos ojos?
UN RELATO HERMOSO, Y QUIEN NO VIVIRIA EN UN LUGAR ASI, PERO CAMBIARIA LA SOLEDAD, POR UNA LINDA COMPAÑIA¡¡¡
ResponderEliminarBESITOS LOLA¡¡¡
Lo lamento Sinhué, esa es mi cabaña!! jeje. Y cuidadito con tocar mis duendes!!!
ResponderEliminarEspectacular Lola!! Un escrito lleno de poesía que nos lleva a volar!! Me encantó!!
Un abrazote con chispitas cómplices!!
Aaaah bueno esto es mi estadio natural, necesito estar ahi siempre entre duendes incienso romero y flores frescas yo le agregaria otros aromas mas, pero es tu cabaña, yo solo pase de visita y me senti muy a gusto.
ResponderEliminarGracias por dejar la puerta abierta.
Tere.
LOLAAAAAAAAA YO QUIERO UNA HABITACION EN ESA CABAÑA POR FAVOR,POR FAVOR.ES QUE HOY ME LEVANTA UN PELIN FLOJA DE ANIMO Y CREO QUE LOS DUENDECILLOS CON SUS CANCIONES ME HARIAN BIEN.
ResponderEliminarHABLA CON ELLOS ,AUNQUE SEA EN EL ESTABLO,ANDA .
BESAZOS
SHERE
Me encantó tu cabaña, y eso que soy mujer de ciudad, pero en un lugar así creo que nos vendría bien a todos pasar un par de días. Seguro que volvemos con las pilas bien cargadas. Besitos llenos de paz.
ResponderEliminar¡¡¡Waaaoooooo, que gozada!!! Me apunto a eso, casi sentía cerrárseme los párpados, y ese regustillo que te queda en la boca después de un buen sueño...Magnífico, preciosa.
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